ExxonMobil lidera almacenamiento de CO₂ en proyecto clave de BECCS

Contrato vinculado a la compra de créditos de eliminación de carbono de Microsoft, entre los acuerdos más grandes en el mercado voluntario de CDR

El proyecto se basa en la red de almacenamiento de carbono en expansión de ExxonMobil en Luisiana, ya respaldada por pozos y tuberías de clase VI.

ExxonMobil ha sido seleccionada para transportar y almacenar de forma permanente el dióxido de carbono capturado en la instalación de energía de biomasa planificada por AtmosClear en el Puerto de Greater Baton Rouge, lo que marca uno de los mayores compromisos de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) en los Estados Unidos hasta la fecha.

AtmosClear BR, filial especializada en la captura de carbono de la biomasa, afirmó que el proyecto capturará hasta 680,000 toneladas de CO₂ biogénico al año. La empresa citó la infraestructura existente de ExxonMobil —incluyendo pozos de inyección de clase VI, tuberías y sistemas de monitoreo ya en funcionamiento— como factores decisivos en la selección.

El director ejecutivo de AtmosClear, Dan Shapiro, afirmó que la cultura de seguridad y la trayectoria operativa de ExxonMobil la convertían en el socio predilecto. También vinculó el acuerdo con un acuerdo previo con Microsoft, que se ha comprometido a comprar créditos de eliminación de carbono de la planta una vez que entre en funcionamiento.

Financiación de la eliminación de carbono a través de los mercados de crédito

El contrato se integra en un mercado en rápida expansión de créditos de eliminación de dióxido de carbono (CDR). Se espera que los créditos de AtmosClear se vendan a compradores industriales y tecnológicos que buscan compensar emisiones difíciles de reducir.

“Este es uno de los acuerdos de eliminación de carbono más grandes hasta la fecha y ayuda a generar confianza en la ampliación de BECCS como una vía viable”. Shapiro dijo.

Para Microsoft, que ha participado activamente en la obtención de créditos de extracción de alta calidad, el acuerdo refleja la creciente demanda corporativa de soluciones que vayan más allá de la reducción de emisiones. Al vincular los ingresos del proyecto directamente a la compra de créditos a largo plazo, AtmosClear y ExxonMobil están integrando la CCS en un modelo comercial diseñado para sobrevivir al margen de los regímenes de subsidios.

Para ExxonMobil, este acuerdo forma parte de una estrategia más amplia para consolidar Luisiana como un centro de captura y almacenamiento de carbono. La compañía ya ha firmado otros cuatro contratos de almacenamiento de carbono en el estado, lo que convierte a esta en la quinta incorporación a su cartera.

Barry Engle, presidente de Soluciones Bajas en Carbono de ExxonMobil, dijo que el proyecto sería “Apoyar la economía local al tiempo que ampliamos nuestro liderazgo en el almacenamiento de carbono a gran escala”. La empresa ahora describe su sistema de Luisiana como la red CCS integrada más grande en operación a nivel mundial, con un modelo basado en acuerdos de compra a largo plazo con emisores industriales.

La estrategia refleja la transición de la importante petrolera hacia servicios con bajas emisiones de carbono. Al reutilizar los corredores de oleoductos y los sitios de almacenamiento existentes, ExxonMobil busca reducir costos y acelerar la implementación de proyectos, a la vez que genera fuentes de ingresos sostenibles a partir de los mercados de CDR y las alianzas industriales.

Luisiana se ha convertido en un campo de pruebas para la política estadounidense de almacenamiento de carbono. El estado obtuvo la primacía de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para permitir pozos de Clase VI a principios de este año, agilizando las aprobaciones para los operadores de CCS. La certidumbre regulatoria ha atraído a empresas como ExxonMobil, que requieren grandes volúmenes de CO₂ financiables para justificar la construcción de infraestructura.

Para inversores y compradores corporativos, el proyecto de Baton Rouge ilustra cómo los mercados voluntarios de carbono están empezando a interactuar con la infraestructura regulada. Si se amplía, podría servir como modelo para la colaboración entre plantas de bioenergía, operadores de almacenamiento y compradores de créditos, de forma que se apoyen tanto los objetivos climáticos como las economías regionales.

A nivel mundial, los proyectos BECCS siguen siendo escasos, y persisten las dudas sobre su permanencia, el uso del terreno y la verificación. Sin embargo, acuerdos de esta envergadura, en particular los vinculados a la compra de créditos por parte de empresas como Microsoft, indican una creciente disposición de las empresas a financiar esta tecnología.

La planta de AtmosClear en Baton Rouge se unirá a la red logística y de almacenamiento existente de ExxonMobil, lo que la posiciona como un pilar fundamental de una nueva cadena de suministro para la eliminación de carbono en la Costa del Golfo. Para los líderes estatales, el acuerdo vincula el desarrollo económico con los objetivos climáticos. Para los actores globales en ESG, demuestra cómo una combinación de preparación de infraestructura, alineación de políticas y compras corporativas puede impulsar la eliminación de carbono más allá de la fase piloto.

Si tiene éxito, la asociación podría convertir a Luisiana en un ancla clave para la emergente industria mundial de eliminación de carbono, con implicaciones para la evolución de los mercados voluntarios y de cumplimiento durante la próxima década.

Nota originada según la Fuente: [ESG News] – Leer artículo original (la transcripción es un espejo de la fuente citada)

🎯 La Opinión de El Genio Inversor 👇

El anuncio de la colaboración entre AtmosClear, ExxonMobil y Microsoft representa un hito significativo en el desarrollo del mercado voluntario de eliminación de carbono. Este proyecto no solo destaca por su escala —con la captura proyectada de 680,000 toneladas de CO₂ al año— sino también por integrar soluciones innovadoras como BECCS (bioenergía con captura y almacenamiento de carbono) con infraestructura existente. La elección de Luisiana como epicentro refuerza cómo los marcos regulatorios claros pueden catalizar inversiones estratégicas, especialmente después de que el estado obtuviera la primacía para permitir pozos de Clase VI a principios de este año.

En un contexto global donde las empresas buscan cumplir con objetivos climáticos ambiciosos, este acuerdo demuestra cómo los mercados de crédito de carbono están evolucionando hacia modelos más robustos y sostenibles. La participación de Microsoft subraya una tendencia creciente: las grandes corporaciones están dispuestas a respaldar tecnologías emergentes como esta, financiando proyectos que van más allá de simples compensaciones. Además, al reutilizar oleoductos e infraestructuras previas, ExxonMobil ejemplifica cómo las transiciones energéticas pueden aprovechar activos existentes, minimizando costos y maximizando eficiencias operativas. ¿Podría este modelo inspirar nuevas colaboraciones público-privadas que aceleren la implementación de tecnologías de eliminación de carbono en otras regiones?


💡 La opinión de El Genio Inversor es una opinión libre de intereses particulares o privados y debe ser tomada como tal.

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