Itaú y Citrosuco lanzan programa de créditos de carbono en laranjales del Cerrado

¿Cuántas naranjas se necesitan para generar un crédito de carbono?

Fecha de publicación: 28/08/2025 10:30 • Actualizado: 29/08/2025 16:17

Un programa innovador enfocado en la innovación, la promoción de la agricultura regenerativa y la generación de créditos de carbono en la citricultura fue lanzado a principios de agosto en São Paulo, durante la Semana del Clima de São Paulo, como resultado de una alianza entre Itaú BBA y Citrosuco.

El Programa Brasileño de Adaptación Climática para la Citricultura comenzará operando en aproximadamente 30 mil hectáreas de cultivos de naranja, con una proyección de alcanzar entre 40 y 50 mil hectáreas. Esta área equivale a más de 42 mil campos de fútbol.

Brasil es el mayor productor y exportador de jugo de naranja del mundo. Según datos de Embrapa, el país representa cerca del 75% del comercio internacional de jugo. En total, hay casi 400 mil hectáreas dedicadas a la citricultura.

Ricas en vitamina C, las naranjas también son excelentes para el medio ambiente. El cultivo perenne o de ciclo largo tiene una alta capacidad de captura de carbono, aproximadamente tres a cuatro veces mayor que otras prácticas agrícolas.

El nuevo proyecto prevé una generación anual entre 100 mil y 150 mil créditos de carbono, a lo largo de 25 años. Este valor equivale a una reducción estimada entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de carbono. Es un total suficiente para compensar, en promedio, el consumo eléctrico de más de 350 mil residencias brasileñas por un año. Todos los créditos serán comercializados por el Itaú.

MÁS RENTA PARA PRODUCTORES

La Citrosuco es líder global en área consolidada de laranjales, con 29 haciendas propias que suman 40 mil hectáreas. Incluyendo sus proveedores, el total llega a 130 mil hectáreas de laranjales. La empresa exporta jugo de naranja para más de cien países.

El programa recién lanzado acompaña la expansión de la compañía fuera del cinturón paulista, consolidando el Cerrado como nueva frontera para la citricultura. Además de mantener la productividad y la eficiencia en los nuevos huertos, el programa pretende promover la sostenibilidad ambiental en la cadena cítrica.

El programa incentivará la adopción de prácticas más sostenibles de agricultura, con ganancias para el suelo, productividad y clima, y, al mismo tiempo, en la generación de renta a productores mediante créditos de carbono.

Con la comercialización de estos créditos, el Itaú refuerza su compromiso con la transición hacia una economía de bajo carbono. “El programa es un paso relevante en la integración entre desarrollo sostenible, adaptación climática y modernización del sector agrícola”, dice Maria Belen Losada, jefa de productos de carbono del banco. “Junto a Citrosuco, hemos viabilizado la implementación coordinada de prácticas regenerativas que fortalecen la citricultura, generan créditos de carbono y promueven ganancias reales para los productores.”

Entre estas prácticas están el uso racional del agua, abonos verdes, capina ecológica y el control preventivo de plagas, especialmente el greening, una de las principales amenazas para la citricultura.

Para Belén, el programa llega en un momento único de expansión de la citricultura, llevando junto prácticas de agricultura sostenible y certificación socioambiental. “Es importante que el carbono capturado permanezca mucho tiempo en el suelo; los compradores quieren garantizar la permanencia de la remoción de carbono fuera de la atmósfera”, dice la ejecutiva.

Ya para Citrosuco, el Brazilian Citrus Program For Climate Adaptation es una acción importante en su contribución para la resiliencia climática, uno de los compromisos ESG de la compañía para 2030. “Hoy ya no es posible hablar con clientes o con inversionistas sin hablar sobre carbono y clima”, defendió Clauber Andrade, director jurídico y de relaciones institucionales de la empresa, durante la São Paulo Climate Week.

En la gestión compartida del proyecto, el Itaú actuará en la estructuración técnica de los créditos generados y en la negociación con los compradores. Ya Citrosuco será responsable de involucrar a los citricultores en la adopción al programa, apoyar en la prevención al greening y contribuir con todas las certificaciones socioambientales y orientación en campo.

Nota originada según la Fuente: Capital Reset – Leer artículo original (la transcripción es un espejo de la fuente citada)

🎯 La Opinión de El Genio Inversor 👇

El lanzamiento del Brazilian Citrus Program For Climate Adaptation representa un paso significativo en la integración entre agricultura sostenible y economía de bajo carbono en Brasil. Al combinar la experiencia de Citrosuco en citricultura con la capacidad financiera del Itaú BBA, el programa no solo busca generar hasta 150 mil créditos de carbono anuales, sino también promover prácticas regenerativas que fortalecen la productividad y el suelo. Este enfoque dual es especialmente relevante considerando que Brasil ya lidera el mercado global de jugo de naranja, controlando el 75% del comercio internacional.

Lo destacable del proyecto es su alcance a largo plazo: 25 años de generación de créditos, impactando más de 40 mil hectáreas iniciales y expandiéndose hacia nuevas regiones como el Cerrado. Además, al incorporar certificaciones socioambientales y combatir plagas como el greening, se asegura que los beneficios climáticos sean duraderos y verificables. Esto responde a una demanda creciente de transparencia en los mercados de carbono, tal como lo han señalado recientemente informes del IPCC sobre la necesidad de soluciones basadas en la naturaleza para mitigar el cambio climático.

¿Podría este modelo de colaboración público-privada inspirar iniciativas similares en otros sectores agrícolas de América Latina, donde el potencial de captura de carbono sigue siendo ampliamente inexplorado?


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